martes, 14 de septiembre de 2010

Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz

MARÍA DA A SUS HIJOS TROZOS DEL ÁRBOL DE LA VIDA QUE ES LA CRUZ DE JESÚS

No significa eso que quien ha encontrado a María por medio de una verdadera devoción esté exento de cruces y sufrimientos. Todo lo contrario, es acometido por aquello más que ningún otro; porque María, que es la madre de los vivientes, da a sus hijos trozos del árbol de vida que es la cruz de Jesús; pero, al tallarles buenas cruces, les da la gracia de llevarlas con paciencia e incluso con alegría. Tanto es así que las cruces que ella da a los suyos son, por así decirlo, como dulce de cruz o cruces almibaradas más bien que cruces amargas. O si por algún tiempo gustan la amargura del cáliz que necesariamente han de beber para ser amigos de Dios, el consuelo y la alegría que esta buena madre hace suceder a la tristeza les alienta sobre toda medida a cargar con cruces aún más pesadas y amargas.

San Luis María Grignion de Monfort (1999). El secreto de María (p 29). Buenos Aires, Argentina: Lumen.



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